La identidad y autonomía se construye en los primeros años de vida, comienza cuando el niños/a toma conciencia de sí mismo como una persona diferente a quienes lo rodean, e intenta definirse a sí mismo. Su entorno familiar, las interacciones y el contexto en el que se desarrolla influyen, en gran medida, en la formación de su identidad. Cuando la construcción de identidad se da de manera positiva, esta fortalece su autoestima y viceversa. La autoestima es el resultado de un proceso de asimilación y reflexión de las opiniones de personas socialmente significativas en nuestras vidas.